¿estás en crisis?… bochica te presenta los siete secretos para el éxito

Si la vida te da la espalda… ya sabes que hacer… es tu deber hacerlo! 😛

  1. Sólo se puede alcanzar la felicidad si se ama lo que se hace, lo demás es esclavitud, se debe trabajar por placer y no por necesidad, lo cual deriva en excelencia que termina beneficiando la economía
  2. La realidad debe dividirse en dos: antes de nosotr@s y después de nosotr@s …hay que dejar una huella inolvidable por donde pasemos
  3. Estamos vivos en la medida en que nos conectamos realmente con otras personas. Cada nueva persona que se nos atraviesa es una nueva oportunidad para aprender algo… sea bueno  o malo.
  4. Cuando nuestras neuronas intestinales lo indiquen, hay que decir NO, hay que hacerlo sin asco, sin pena, sin dolor en la conciencia
  5. Debemos ser un agregador de experiencias intensas & originales para quién nos conozca
  6. Nuestras ideas sólo se afinan con el uso y su distribución, sí una idea solo existe en tu cabeza o en un paper esencialmente está muerta
  7. No vendemos productos, ni mano de obra, ni mucho menos tiempo… nos dedicamos a expandirle la realidad a quien nos conozca desde nuestros sueños…

Como que estoy descubriendo que no soy colombiano

Nuestros problemas como país comienzan desde nuestro propio nombre, no creo que seamos la Tierra de Colón, nuestros colores patrios son extrañamente concordantes con la república española y fuimos fundados por riquillos que no querían una nación sino la renta de la corona (obviamente comieron mier… para hacerlo pero la sangre la pusimos nosotr@s).

Al aceptar nuestro nombre, se acepta la depredación y la subordinación a la aplanadora europea.  Se comprende dicho nombre porque hace 200 años habría sido difícil bautizar estas tierras, la mística de nuestros abuelos naturales y la fuerza africana eran verguenza, ellos eran hijos de esclavos y vistos como animales de trabajo. La voluntad de nuestros criollos tenía los pies aquí pero la autoestima en Francia e Inglaterra.

Hoy, teniendo en cuenta que somos tal vez la nación más mestiza del mundo, donde la mounstruosidad y la fantasía duermen juntas, donde los ángeles se acuestan con los demonios (se reproducen y hasta son electos), donde lo mejor que tenemos es nuestra gente y lo peor que tenemos también… ¿como encontrar una palabra decente y fuerte que nos represente como nación?

Nuestro imaginario adopta estéticas y cosmovisiones externas, lo cual no es malo, lo que es malo es que nos creamos más  mexicanos que Pancho Villa, más rastafarios que el Marley (puedo seguir citando ejemplos) y es una evidencia de nuestra crisis de identidad.

Hay varias alternativas, la resignificación es una. Los tres colores pueden comprenderse NO como esa historia del amarillo de nuestra riqueza que se roban y seguimos regalando, del rojo de la sangre que derramaron los -heroes- y que no ha dejado de derramarse, ni el azul del mar que nos separa de España y que sigue negociando por debajo de la mesa la oligarquía que nos domestica.

Estos tres colores representarían mejor la mezcla infinita de nuestras gentes. Por estas tierras caminan las ideas supremacistas blancas más rancias que se pueden conseguir, África está viva, tiene acento paisa, costeño o pacífico y nada más es ver los rasgos de algun@ que se sienta a nuestro lado, para detallar en su mirada, en su color, en sus formas, el tumbao ancestral. Muy humildemente este crisol de gente puede constituir una esperanza para el futuro de la especie humana, porque si en este revuelto, nosotros somos capaces de coordinar coherentemente una borrachera con un guayabo (con todas sus implicaciones), todavía hay un rayo de luz para estos homínidos. Aún sigue siendo más fácil tomar una foto 2×4 a 100 monos psicoactivos para una primera comunión o una circunsición colectiva, que lograr coordinar a 25 de nosotros para que jalemos con disciplina para el mismo lado por el bien común… aunque eso esta cambiando y en ciertos ámbitos no tan santos se logra con naturalidad.

Con relación al nombre yo no le daría vueltas y aprovecharía a Macondo. Es el nombre de un árbol gigante de excelente madera de nuestras tierras y es también el sitio mítico del libro más importante de la lengua española (si Don Quijote se hubiera escrito en estos tiempos, habría sido una variación macondiana). Nos impusieron con sangre esa lengua, es un hecho, pero la naturaleza humana es interesante, porque cuando hay fortaleza, se responden con abundancia los agravios, esa es la característica de las naciones nobles, nuestro complejo de inferioridad no nos permite ver eso, nos han repetido infinitas veces lo contrario hasta convencernos. El tal libro del macondo es un regalo de estas tierras, que uno de sus naturales pudo escribir porque se salvó de las mano de la estupidez, tenía estrella y disciplina de granito para su trabajo (ojalá JGarzón se hubiera también fugado a México, estaría vivo y tal vez estaría haciendo puntos en la historia universal, porque sus vidas tienen coincidencias. No hay nada más peligroso en un crisol de diferencias, que aquel que es capaz de hacernos conscientes de ellas, casi siempre son artistas los que lo hacen).

Macondo es ya una palabra mestiza, que suena bien en el idioma blanco y es sinónimo universal de estas tierras (más aún que el mito de El Dorado), porque en el universo del libro mágico, cabemos todos: la mística ancestral, la herencia africana, las contradicciones criollas.

Conviene conservar los tres colores pero resignificados, y para la articulación con los experimentos vecinos de nación, se puede usar otra expresión macondiana: La Patria Grande (es más que utópica la reagrupación de la misma, incluyendo Panamá, Venezuela, Ecuador, lo que regalamos a Perú, a Brasil, el mar que vendieron hace unos días, la parte de Nicaragua, etc), el primer paso sería articular un mercado común entre ellas, dicho mercado debe surgir desde las zoociedades cíviles a uno y otro lado de las fronteras, lo demás se caería por su propio peso, eso sí llevaría su tiempo.

Según el anterior carreto, no me sentiría para nada incómodo presentarme como un hijo de la Unión Macondiana de Naciones, compuesta por la Nación Caribe, la Santandereana, la Cundiboyacense, la Llanera, la Paisa, etc. y la Nación Originaria (que agrupa a las más de 30 naciones ancestrales que sobreviven).

¿Por qué preocuparse por estas estupideces? sencillo, si no estamos conscientes de quienes somos, nunca sabremos para donde vamos, cualquier camino será bueno y seguiremos hipnotizados por párasitos de corbata QUE SE HACEN LLAMAR COLOMBIANOS y nos ofrecen la salvación desde sus partidos políticos, sus iglesias, sus corporaciones, desde el socialismo, desde el neoliberalismo  y desde cuanto -ismo se les atraviese y les nutra sus bolsillos.

Macondiano que se respete no come cuento, lo exporta. Un macondiano hace respetar la plaza, pero abre las puertas a quien venga a trabajar y a gozarla. El macondiano no copia, reutiliza, mejora y genera ganas de ser copiado… un macondiano tiene la capacidad de pintar de colores la realidad, cualquier ser humano que pase por estas tierras debería cambia el prisma con el que percibe el mundo. La misión de los (…)-paridos de estas tierras es darle color a la existencia pero no dejar que les sigan pintando la cara…

Árbol de Macondo

¿Qué otras construcciones de identidad se podrían usar para definirnos como nación (una palabra, una bandera, donde quepamos tod@s pero que sea realmente nuestra)?, acá se hizo con macondo…

Elementos fundamentales de la soberanía alimentaria

Agricultura urbana en llantas

La Soberanía Alimentaria es el derecho de los seres humanos, de los pueblos y de las naciones a alimentos nutritivos, culturalmente responsables, producidos a través de métodos sostenibles y saludables. Es el derecho que tenemos a definir nuestras políticas, nuestros sistemas alimentarios y agrícolas. Favorece los mercados locales y nacionales, fortaleciendo a los campesinos al igual que a los consumidores, ya que la producción, distribución y consumo están basados en la sostenibilidad ambiental, social y económica. Promueve el comercio transparente, que garantiza ingresos dignos para todos los pueblos, así como los derechos de las personas consumidoras para controlar su alimentación y nutrición. Asegura que los derechos de uso y gestión de las tierras, territorios, aguas, semillas, ganado y biodiversidad, estén en las manos de aquellos que producen los alimentos.

La Soberanía Alimentaría da lugar a nuevas relaciones sociales libres y equitativas entre seres humanos, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones.

PRINCIPIOS:

  1. Los alimentos son para alimentar al ser humano: plantea el derecho a una alimentación suficiente, saludable, y culturalmente responsable para todos los individuos, pueblos y comunidades, incluidos aquellos que tienen hambre, están bajo ocupación, están en zonas de conflicto y son marginados en medio de políticas de alimentación, agricultura, ganadería y pesquería. Rechaza la visión de que el alimento es únicamente una pieza para el agro-negocio internacional.
  2. Valora a quienes nos alimentan: la Soberanía Alimentaria respeta los derechos de hombres y mujeres, campesinos y agricultores familiares, pastores, artesanos de la pesca tradicional, habitantes de los bosques, pueblos indígenas y trabajadores de la agricultura y la pesca, quienes cultivan, crían, cosechan y procesan los alimentos, así mismo, valora y apoya su labor. Rechaza aquellas políticas, acciones y programas que los subvaloran, amenazan y eliminan sus formas de vida.
  3. Disminución de intermediación, respeto al consumidor y comercio justo en los sistemas de alimentación: la Soberanía Alimentaria acerca a los/as productores/as y consumidores/as de alimentos; pone a quienes proveen y consumen al centro de la toma de decisiones en temas relacionados con la alimentación; protege a los proveedores del desperdicio de alimentos y de ayuda alimentaria en mercados locales; protege a las personas consumidoras de la comida de baja calidad y nociva para la salud, de la ayuda alimentaria inapropiada y del alimento contaminado por organismos genéticamente modificados; se opone a las estructuras de gobierno, contratos y prácticas que dependen y promueven el comercio internacional injusto e insostenible, que otorga poder a corporaciones remotas que no asumen ninguna responsabilidad por sus acciones.
  4. Autogestión: la Soberanía Alimentaria otorga el control sobre territorio, tierra, pastizales, agua, semillas, ganado y poblaciones de peces a proveedores locales de alimento y respeta sus derechos. Ellos pueden usar y compartir estos recursos de formas social y ecológicamente sostenibles para la conservación de la diversidad; reconoce que los territorios locales a menudo traspasan fronteras geopolíticas y asegura el derecho de las comunidades locales para habitar y usar sus territorios; promueve la interacción positiva entre las personas proveedoras de alimentos en diferentes regiones, territorios, y desde diferentes sectores, lo cual ayuda a resolver conflictos internos o conflictos con autoridades locales y nacionales; rechaza la privatización de los recursos naturales a través de leyes, contratos comerciales y regímenes de derechos de propiedad intelectual.
  5. Desarrolla conocimientos y destrezas: la Soberanía Alimentaria se basa en la destreza y el conocimiento local de los proveedores alimentarios y sus organizaciones locales que conservan, desarrollan y manejan sistemas propios de producción y cosecha, desarrollando sistemas de investigación apropiados para respaldarlos y cuya sabiduría pueda ser transmitida a las generaciones futuras; rechaza así tecnologías que socavan, amenazan o los contaminan, como la ingeniería genética.
  6. Trabaja en armonía con la Naturaleza: la Soberanía Alimentaria utiliza las contribuciones de la naturaleza de manera diversa con métodos de producción y cosecha agroecológica, los cuales maximizan las contribuciones de los ecosistemas y mejoran la capacidad de ajuste y la adaptación, especialmente ante el cambio climático; trata de curar el planeta con el propósito de que el planeta pueda curarnos; por último, rechaza métodos que dañan las funciones de los ecosistemas beneficiosos, aquellos que dependen de los monocultivos de energía intensiva y fábricas de ganado, prácticas de pesca destructiva y otros métodos de producción industrializada, los cuales dañan el medio ambiente y contribuyen al calentamiento global.

Fuente: Vía Campesina y Soberanía Alimentaria (correcciones de estilo aplicadas para hacerlo más digerible para la gente del común, la imagen pertenece a una huerta propia de agricultura urbana)

7 principios básicos del altermundismo

http://en.wikipedia.org/wiki/Earthship

  1. la libertad no se puede alcanzar mediante la dictadura
  2. el bienestar no se puede alcanzar desde la miseria
  3. la participación activa de tod@s no se puede alcanzar desde un centralismo absoluto
  4. la solidaridad no se puede imponer por medio de la fuerza
  5. el humanismo no se logra desconociendo las características e intereses de los individuos
  6. la abundancia, independencia y equidad económica no se pueden lograr monopolizando la propiedad por parte del estado
  7. las condiciones sociales no serán cambiadas por un líder, un partido, un movimiento o un profeta, si algún día se logra este cambio, será gracias a un proceso gradual derivado de nuestra propia evolución como seres humanos.

«No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.»

Marcos Willians Herbas CamachoEl capo le salió catedrático al periodista y con un pensamiento crítico que sólo puede pertenecer a un autodidacta que ha comprobado a mierda y plomo una verdad que algunos teóricos y malpensantes a duras penas comienzan a entender: El Estado (sea cual sea su tendencia política: izquierda, derecha, centro, democrática…), es un parásito de la sociedad civil, siempre estará alejado de las realidades sociales, siempre llegará tarde a ellas, es una maquinaría que está arrodillada a otros capos (cuya única diferencia con Marcos es el pedigrí…), donde si usted se acuerda que es ciudadano, tiene que estar consciente que todo trámite requiere una aprobación y toda aprobación requiere un trámite. Pueden sorprender las palabras del capo, pero si las dijera un político en campaña o un industrial de las grandes familias que nos gobiernan (con los debidos ajustes estéticos) sólo sería un discurso de libre mercado y competencia. PROMUEVEN UNA ECONOMÍA GLOBAL Y DE LIBRE MERCADO Y LUEGO SE ASUSTAN… ¿no que no?

O Globo: ¿Usted es del PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL (PCC)?

Marcola: Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía… ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre “la belleza de esas montañas al amanecer”, esas cosas…

Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social.

O Globo: Pero la solución sería…

Marcola: ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de “solución” ya es un error.
¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta “conference calls” entre presidiarios…)

Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

O Globo: ¿Usted no tiene miedo de morir?

Marcola: Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva “especie”, ya somos otros bichos, diferentes a ustedes.

La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común.

¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país.

No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.

Está delante de una especie de post miseria.

La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes.

O Globo: ¿Qué cambió en las periferias?

Marcola: Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio… Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, ¿entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y “colocado en el microondas”.

Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes.

Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en “super stars” del crimen.  Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos “globales”. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros “clientes”. Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos. (¡MENUDO COMENTARIO WOW!)

O Globo: ¿Pero, qué debemos hacer?

Marcola: Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a “los barones del polvo” (cocaína)! Hay diputados, senadores, empresarios, hay ex presidentes en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata?

No tienen dinero ni para comida de los reclutas Estoy leyendo “Sobre la guerra”, de Klausewitz. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?

O Globo: Pero… ¿No habrá una solución?

Marcola: Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la “normalidad”. No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema.

La entrevista fue tomada de La Republica, puede consultarse…