Sueño consciente: ¿Verdad o mito?

¡Playa! – escuché a lo lejos… no había abierto los ojos y el sonido de las olas y el olor del mar ya invadían todos mis sentidos, podía sentir como las fuertes olas se estrellaban contra las rocas y como salpicaba el agua cada vez que otra ola venía; sabía que estaba tendida en el suelo por el vaivén del agua llena de algo que parecía arena granulada rozándome el rostro y la textura dura pero mullida de aquella playa. Por un momento me sentí confundida, no tenía idea de cómo había llegado allí.

Antes de abrir los ojos, ya sentía el agua acariciaba suavemente mi rostro acompañada de la brisa fresca y el aroma característicos del mar. Al abrirlos, como supuse, estaba sobre la arena con algo que parecía un vestido húmedo y rasgado de color fucsia y azul muy brillantes. Los rayos del sol, me pegaban fuerte y directo sobre los ojos y hacía que el ardor que sentía fuera más agudo porque al intentar abrirlos sentía un intenso dolor, era como si hubiera llegado de algún naufragio a aquel lugar. Sólo logre distinguir la textura de aquella playa, granulosa y áspera, una formación rocosa a lo lejos, y casi a mi lado una roca enorme que se interponía entre el fuerte oleaje y yo.

De repente, todo se hizo negro y sin tener control del tiempo y lugar, caí por un hueco, cuyo fondo resultó ser mi cama. – ¡Rayos! – me dije, – me desperté.

Ya, en algunas ocasiones había escuchado de ellos, pero nunca creí que fuera cierto tener un sueño consciente o lúcido como son conocidos. La primera vez que los escuché, era una niña y mi tía me decía, -ayer conocí al Papa mija-, ¿A quién tía?, – ¡Al Papa! -, estaba soñando que iba caminando por un campo de trigo y de un momento a otro me caí a un hueco y dije en la mente Papa, y ¡pum!, estaba en una plaza muy grande, y había mucha gente gritando, yo me asusté porque no sabía que pasaba y entre la multitud alcancé a ver a lo lejos al Papa, me abrí paso como pude por la multitud y cuando llegué a él, me caí… ¡El Papa me levantó y me dio la bendición! ¡Imagínese mija, La bendición! Y ahí, me desperté…

Me alegré de ver a mi tía tan contenta narrándome su sueño y diciéndome que “El Papa la había bendecido” que no le pregunté más acerca de ese misterioso hueco por donde ella decía que llegó a la dichosa plaza, similar al hueco por donde yo caí o de cómo era eso que en su mente había dicho la palabra Papa y mágicamente, apareció en una plaza. En mi sueño, escuché la palabra playa, y nunca me había preguntado de dónde provino, Lo que sí me llamo la atención era el detalle con el que contaba las cosas, el color de la plaza, el olor, el tamaño, las estatuas, las construcciones que allí se encontraban, cómo vestía la gente, el clima lluvioso, el frío…

En otra ocasión, lo escuché de un amigo, quién en ese momento me dijo que “llevaba tiempo entrenando para poder tenerlos…” yo claramente y para ese entonces, no le creí, porque no pensaba que fueran posibles y realmente, no había sido muy creyente de que lo fueran, tampoco relacioné esa ocasión en la que mi tía me compartía de su experiencia, hasta ese día.

Un sueño lucido, es un sueño en el que tú eres consciente que estás soñando y puedes controlar a voluntad lo que haces, lo que sueñas. Ocurren en la etapa de sueño profundo e investigando un poco acerca de ellos, varias Universidades Alemanas verifican que al menos el 60% de la población sueña de forma lúcida al menos 1 vez en su vida. Momento… ¿una sola vez? -no es justo- pensé. Porque yo quería volver a tener esa experiencia. Volver a escuchar con esa nitidez todos los sonidos, y que los colores se vieran nuevamente, tan brillantes y las formas tan definidas como en mi sueño. Recordé nuevamente, lo que mencionó mi amigo, el estaba “entrenando” para tenerlos. ¿Dónde habría escuchado eso?, ¿Qué investigación respaldaba que eso fuera cierto?, y si era cierto, ¿Qué tenía que hacer para volver a soñar consciente?

Sensación de caída mientras se duerme, que podría llevar a tener un sueño lúcido.

Nuevamente mi curiosidad me llevó a investigar un poco más y encontré una reseña donde se mencionaba a un Psicólogo especialista en esa área del sueño que busca promover los sueños lúcidos y documentarlos llamado Ian Wallace.

Según el Dr. Wallace, se debe ser muy disciplinado si quieres lograr tener este tipo de sueños de forma frecuente, pero lo más importante, es lograr a voluntad inducirlos y finalizarlos. Ésta última parte me interesó mucho, porque en mi sueño caí en un hueco y mi tía igual. Ninguna de las dos decidimos cuando dejar de soñar, por otro lado, aquel “entrenamiento” del que mi amigo hacía referencia, cobro sentido, a ello se refería la disciplina de la que hablaba el dichoso Dr, Wallace.

 Él comparte 4 sencillos consejos que debes seguir al pie de la letra. ¿Por cuánto tiempo? Realmente no lo sé, dependerá de cada uno. Por lo pronto cuando lo tenga se los haré saber. Espero que siguiéndolos, logren experimentarlos:

  1. Inducir el sueño: Antes de irte a dormir, repite la misma frase: “La próxima vez que esté soñando, recordaré que estoy soñando”.
  2. Despiértate en la Fase REM: Pon la alarma de tu reloj o celular para que te despierte luego de hora y media después de haberte ido a la cama, pasado ese tiempo, inicia el sueño profundo.
  3. Medita: Hay científicos que señalan que la meditación es una especie de sueño consciente guiado y que el estado de consciencia que se logra con estados profundos de meditación es muy similar aquel que alcanzas en una experiencia de sueño lucido.
  4. Anótalos: Cuando tengas sueños, anota en una agenta las imágenes que viste y las sensaciones que tuviste, así si son recurrentes, te será más fácil de identificar.

Siendo sincera, llevo muy pocos días siguiendo estos consejos y aún no he tenido un sueño lucido o al menos no recuerdo siquiera el haber soñado, así que puedes unirte a mi propósito y esta noche antes de irte a dormir recuerda decir “La próxima vez que esté soñando, recordaré que estoy soñando”, y cuando comiences a sentir que esa misteriosa caída libre aparece o que algo de lo que ves y sientes, está fuera de lo normal,  estarás más cerca de recordar que estás en un sueño, en el que tendrás una fugaz oportunidad de controlar e ir o hacer lo que quieras.

P.d. Me encantaría saber si alguno de ustedes ha tenido también esta experiencia y cómo fue, ¿Se animan a compartirla?

Publicado por

Filomena

Simplemente... Soy.

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