El universo, la realidad, el cosmos… básicamente es una infinita nube de vibraciones… a todos los niveles y en todas las dimensiones. Nosotros sólo somos un punto infinitesimal de conciencia: somos el cosmos, contenemos al cosmos y el nos contiene… en el camino hacia nuestros sueños, es más placentero danzar con él, hacer que nos ame, convertirnos en un punto que magnifique su naturaleza. Somos un espejo.
Tubérculos des-motorizados
La agricultura tiene su encanto así se realice en una terraza y en llantas. Simplemente a modo de registro compartimos las imágenes de una sesión de mantenimiento de nuestra pequeña unidad de producción:
Tener una unidad de estas es como tener una mascota, involucra trabajo diario o al menos regular, cuando no se hace se acumula el mantenimiento, la tierra se compacta, se llena de maleza.
Aún en estado desatendido, funciona perfectamente como un procesador orgánico de basura, actualmente se tienen 11 llantas de tamaño mediano/grande (tipo camión/camioneta, se comenzó con 3 llantas de taxi), toda la tierra ha sido generada haciendo compostaje de basura doméstica. No se procesa restos de comida cocinada, ni bolsas plásticas.
Las papas que no se habían sembrado de manera planeada, crecen de las cáscaras de la basura y aparecen como premios, al final de la jornada de limpieza y remoción de tierra se obtienen alrededor de unas 3 libras de tubérculos de todos los tamaños, las tres variedades de papa de consumo capitalino («pastusa», «criolla», «sabanera») junto con cubios blancos, chuguas, algunas arvejas y frijoles.
Ya hay plantas que no es necesario sembrar como la caléndula (las semillas están regadas en la tierra) o la yerbabuena (un trocito de raíz forma una planta). Aunque esta última tiene el efecto inverso de que compacta la tierra y hasta se ahoga a sí misma si se deja crecer sin cuidado, por eso fué necesario aprovechar la ocasión para separarla en otro recipiente.
Se conserva el hinojo (sus semillas saben y huelen a aguardiente), el apio (partiendo una especie de «tuberculos» que tiene se generan nuevas plantas), la uchuva (tiene un proceso similar al del apio, aunque crece sóla desde las semillas de los desperdicios) y el romero que es un poco más delicado y de crecimiento lento.
La basura con la que regularmente se alimenta el sistema, también deja varios aguacuates, la idea es convertirlos en bonsai. Se tiene también para ello, un «cedro sabanero» que regalaron en cierto evento de innovación de la capital.
Este es el Dios o Naturaleza de Spinoza:
Dios hubiera dicho:
Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.
Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.
Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.
¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.
Spinoza
No se quién es el autor real del anterior texto, pero tiene mucho sentido en muchos aspectos.
Es clásico ya pensar que los dioses son creados a imagen y semejanza del hombre y desde luego las religiones aún más.
Obviamente no se tiene la intención de faltar al respeto a las creencias personales del lector, ni tampoco se declara que se conocen todas las verdades universales, comprendiendo que nuestra ciencia tal vez sólo es una de las tantas vías para acceder a la realidad o al conocimiento.
¿Quién putas fué Spinoza? …consulta la wikipedia! (sip… en este blog se pueden decir groserías siempre y cuando se vean elegantes)
Hablando de despechos y otras desavenencias
Usualmente catalogamos de despechos a los fracasos sentimentales, definiendo despecho por algo que una amiga me dijo «des=desde» el pecho, y es porque se asocia con una sensación de dolor en el pecho en donde se siente desgarro y desazón, es algo en lo que no vamos ahondar por las diferentes expresiones que puede tener. Esto porque el llamado «despecho» no solo se siente por las relaciones seudo amorosas que uno pueda tener, entendiendo relaciones mas fuertes que se pueden generar son mas fuertes como la amistad (aunque muchos no crean en ella)
Cuando la mente no está…
Santiago miró su reflejo en el espejo roto, buscando entre los pedazos que aún quedaban un recuerdo, una imagen que le fuera familiar, algo… algún indicio que le indicara por qué estaba allí y por qué su rostro no le parecia conocido…
Recuerda haber estado caminando en la noche con su maleta llena de libros, una botella de Vodka y un regalo envuelto en papel metálico rosa… pero ahora, no poseía ninguno. Estaba en medio de la nada… con un espejo en la mano, buscando respuestas en una mente a la que ya no le quedan recuerdos, una mente vacía del pasado pero llena de preguntas por el futuro.
Revisó sus bolsillos esperando no encontrar nada… pero de uno de ellos sacó un papel escrito a mano que decia: «Búscame… encuéntrame»