Santiago miró su reflejo en el espejo roto, buscando entre los pedazos que aún quedaban un recuerdo, una imagen que le fuera familiar, algo… algún indicio que le indicara por qué estaba allí y por qué su rostro no le parecia conocido…
Recuerda haber estado caminando en la noche con su maleta llena de libros, una botella de Vodka y un regalo envuelto en papel metálico rosa… pero ahora, no poseía ninguno. Estaba en medio de la nada… con un espejo en la mano, buscando respuestas en una mente a la que ya no le quedan recuerdos, una mente vacía del pasado pero llena de preguntas por el futuro.
Revisó sus bolsillos esperando no encontrar nada… pero de uno de ellos sacó un papel escrito a mano que decia: «Búscame… encuéntrame»