Inéditas de la «protesta» contra transmilenio

El Sistema Transmilenio no es el mejor ejemplo de gestión responsable de un servicio público, pero tampoco lo fué el método utilizado de protesta contra el mismo. Es cierto que muchas veces la protesta por las vías de hecho puede justificarse, sin embargo hoy en día esta tiende a estar estigmatizada y ser contraproducente porque termina beneficiando a los culpables del problema.

Únicamente se logró cerrar temporalmente la oportunidad de una movilización civil, no violenta, inteligente, de conciencia, de sentido común, sin pendejadas partidistas, que obligue a generar un cambio en ese servicio público. En Bogotá es posible hacerlo, tal vez en otros sitios de Colombia sea una utopía pensar en movimientos civiles, pero en la capital es posible… hay mucho celular con cámara, los medios de comunicación tradicionales están a la mano y es posible que sólo puedan mentir hasta cierto punto, cualquier detalle extraño es incómodo si no se maneja adecuadamente. En esta «protesta» se les vió más cultura a los señores del ESMAD que a los supuestos «estudiantes» y pseudo-anarquistas, ¿de que sirve agredir al portero del edificio cuando se necesita hablar con el dueño? podemos acabar a madrazos al vigilante pero mañana tendrán otro con uniforme nuevecito y todo seguirá igual.

Imaginemos un bloqueo semanal masivo, silencioso, no violento, que comience con 20 minutos, hasta completar varias horas, y que se mantenga así hasta un pronunciamiento oficial, con resolución en mano de los directamente responsables del problema y si no cumplen se les repite la terapia, llegará el momento en que los policias no alcancen y las UPJ no aguanten con tanto iguazo pacifista. Pueden ponerse mascaritas de anonymous si quieren, aunque en honor a la estética criolla conviene reemplazarla con una mascara de N.N., pero mejor que eso es dar la cara, cero capuchas, que por una vez en la vida los parásitos que nos tienen jodidos no nos vean la cara de guevones.

Este tipo de sistemas masivos se hacen débiles por su tamaño, y únicamente se mantienen funcionando por la fuerza de la costumbre de sus usuarios, si nadie pregunta nada, ni dice nada, todos vamos tranquilos en el rebaño, tragándonos nuestra inconformidad y ocupando nuestra mente en otra cosa.

¿Que se pediría con una movilización de esa naturaleza?… bueno tal vez:

  • que el pasaje cueste $1000 (1 Gaitán) y nunca supere el precio sugerido de una cerveza… (interesante medida científicamente comprobada)
  • que sea gratuito para estudiantes con carnet (escuelas, colegios, universidad), trabajadores sociales (voluntariados, artistas, madres comunitarias, etc.), ciudadanos en situaciones especiales (enfermos, tercera edad, etc.)
  • que sus beneficios sean públicos ya que es un servicio público… sus utilidades deberían invertirse explícitamente en mejorar la infraestructura vial de la ciudad y otras obras públicas (bibliotecas, hospitales, etc) …  hagamos cuentas: un promedio de 1’500.000 pasajeros X $1.750 = $2.625’000.000 al día…

¿qué hace tan irracional este planteamiento?

… se piden disculpas por la calidad de las imágenes pero es que mi flecha[1] no da para más…

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[1] Flecha: celular barato. Todo indio o iguazo tiene uno.

 

 

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